Uno de los más grandes dones que Dios nos da, es el poder de tomar nuestras propias decisiones, esto es algo que en toda
nuestra existencia se nos concedió, cada vez que elegimos hacer algo o no, estamos marcando nuestro destino.
Cada palabra, pensamiento y acción le da forma a lo que vivimos, todas nuestras experiencias están directamente conectadas a lo que ocurre en nuestros pensamientos, así que somos los responsables de nuestra vida en todos los sentidos, la gente que nos rodea puede influir o no en lo que hacemos o pensamos, todo depende del poder que nosotros le cedemos a los demás, y sabiendo esto, no podemos culpar a los demás por lo que nos pasa, porque eso negaría nuestro propio poder creativo y por ende niega nuestra identidad como hijos de Dios, ya que al ser semejantes a él tenemos la capacidad de ser creadores y arquitectos de nuestra vida.
Hay muchas cosas que elegimos a diario, algunas son: caminar o correr, comer o no, trabajar o estudiar, en fin, hay diversas cosas que elegimos a diario, pero lo mas importante es elegir lo que pasa en nuestra mente, cosa que muchos no están acostumbrados a controlar, muchos creen que lo que ocurre en la mente no puede ser controlado, pero eso no es cierto, siempre podemos instalar nuevos pensamientos para que podamos vivir nuevas experiencias en la vida.
Para cambiar nuestra vida debemos aprender a elegir pensamientos positivos o referentes a lo que deseamos vivir, todos podemos vivir lo que queremos vivir, solo hace falta practica en dominar lo que pensamos, no dejar divagar nuestra mente y así iremos haciendo las modificaciones que harán realidad lo que queremos, no subestimen él don de elegir, tiene mucho poder.
Espero que podamos tomar consciencia de nuestro poder creativo y así aprender a vivir mejor.
Amen.
