Oracion

Compartiendo con gente de diferentes países, he notado que las personas se dirigen a Dios de diferentes formas, algunos se dirigen a El por medio del pronombre usted, tu y algunos otros con el pronombre vos o vosotros, a muchos les parece que la mejor manera de hacerlo es usando el pronombre usted, porque según ellos enmarcan mas respeto hacia el ser supremo, pues déjeme decirles que no, el pronombre realmente no importa, ¿porque?, muy simple, porque Dios ve el corazón de cada individuo así que no piensen de que Dios al momento de escucharnos El dice: hay que lindo este mi hijo, me trata de usted, a este lo voy a bendecir porque es mas respetuoso, y a este otro no porque me trata de vos.

Bueno yo no creo que sea así, porque he observado que a todos les responde por igual, usando el pronombre que a cada quien le nace usar, pero a mucha gente le cuesta entender que el pronombre no es ningún símbolo de respeto, analicemos la palabra respeto; esta dice que es una especial consideración y valoración hacia alguien o algo, entonces, si consideramos que le estamos hablando a Dios, nos tenemos que dar cuenta de que el lo sabe todo, sabe nuestras intenciones y acciones diarias, en otras palabras a El no lo podemos engañar, por lo tanto si a nuestras oraciones vivimos agregándole palabras bonitas o lisonjeas sin que sintamos realmente esas palabras, El se da cuenta.

Claro esta que en este ultimo caso nosotros no estamos tomando la consideración requerida, no estamos siendo sinceros con alguien que nos conoce muy bien, así que mi recomendación es que tratemos a Dios de la misma manera a la que tratamos a los demás, osea que si yo a todos los trato de usted, entonces a Dios lo tratare de usted y si a todos los trato de vos, entonces a Dios lo voy a tratar de vos, pero si a ciertas personas las trato de usted, a otras de tu, a otras de vosotros y a otras de vos, estaremos metidos en una especie de hipocresía, donde sobrestimamos y subestimamos a las personas, osea que tenemos diferentes mascaras al dirigirnos a las personas, cuando que si entendemos que todos somos hijos de Dios, entonces tratare a todos de la misma manera, a ninguno con un trato especial, ya que todos somos iguales a la vista de Dios y ninguno es de mas valor el que otro, por lo tanto el trato debe ser el mismo para un limpia botas como para el presidente de un país.

En el poder de las palabras en la oración voy a dar algunas idea de como maximizar las respuestas y de los errores que cometemos al hacer nuestras peticiones, ya que Dios nos da todo lo que deseamos pero muchas veces no sabemos pedir las cosas.

Que Dios conteste favorablemente todas sus plegarias es mi deseo, Amén.